Liderazgo y Regionalización
Esta semana participamos de un diálogo virtual sobre Descentralización y nuevos tipos de Liderazgos organizado por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte, donde junto a dos periodistas y moderadora, analizamos la situación regional y del país en estos dos importantes aspectos.
En mi exposición hablé sobre un nuevo ciudadano empoderado que exige respuestas y soluciones a sus programas, analizando que se requiere de cambios a la institucionalidad regional que permitan ejercer el poder desde los espacios locales, acercando la gestión a la ciudadanía, construyendo desarrollo desde el propio territorio. Hablamos del proceso de la descentralización, cuyo proceso nace desde el 2018 y finaliza el 2022 con la instalación de un nuevo modelo que da paso a los Gobernadores Regionales elegidos democráticamente y con varias atribuciones.
Con la pandemia del coronavirus ha quedado de manifiesto que el centralismo sigue operando con decisiones desde Región Metropolitana, pero hemos visto que cada zona tiene realidades y tiempos diversos, donde tal vez no aplica la generalidad que se expresa bajo la unidad en la información y bajada. Se requiere que, ante esta y otras situaciones, las autoridades locales tengan poder de decisión, que se consideren a los actores del territorio y sin lugar a dudas a los gremios.
Un punto importante de este proceso de la descentralización es que debemos evitar el centralismo en la propia región con las comunas y provincias, porque cada una también tiene realidades diversas, incluso formas culturales y sociales de relacionarse o sus áreas económicas.
Y cuando hablamos de liderazgo surgen preguntas de la comunidad como que hoy no nos sentimos representados por los sectores políticos, ausencia de buenos líderes que ejerzan el liderazgo, que posean las competencias y que no se aferren a los cargos por décadas. Antes hablábamos de superar la pobreza en Chile, hoy la prioridad es acercarse y que lleguen beneficios a la clase media.
Por ello el desafío es motivar nuevos liderazgos o potenciar los que ya existen, pero que no han sido considerados, donde la clave es la confianza, diálogo, empatía, sintonía, conocimiento territorial y lo principal, vocación de servicio público.
Debemos cambiar leyes antiguas para adaptarse a los nuevos procesos, modificar patrones para llegar a una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, junto con la educación sobre líderes y liderazgo. Tenemos un gran desafío, pero todo depende de la unidad, solidaridad y trabajo en equipo.
Daniela Norambuena
Gerente Sociedad Agrícola del Norte