Dificultades en el acceso a créditos para la agricultura
Desde la Sociedad Agrícola del Norte hemos recibido con mucha preocupación desde los agricultores, las novedades sobre el rechazo al momento de otorgar créditos de emergencia, línea COVID 19, desde las instituciones financiera por tener otros tomados con anterioridad, además de un escaso porcentaje de los montos requeridos por quienes sí lograron acceder al instrumento anunciado por el Gobierno, sumado a limitantes al reestructurar pasivos a causa de la pandemia y, por sobre todo, la sequía, son algunas de las trabas levantadas por nuestro gremio agrícola.
Hay una urgencia de proteger la agricultura, una urgencia por su gente, una urgencia por los alimentos. Existen varios agricultores que están a punto de la quiebra, lo que va disminuyendo el trabajo en la actividad. Las medidas financieras para enfrentar la falta de liquidez por causa de la pandemia, no están llegando al sector frutícola. Así lo hemos observado, tras ponderar los casos de productores que han solicitado el uso de herramientas como el FOGAPE.
Es necesario el apoyo de los bancos para seguir la generación y mantención del empleo en el campo y el alimento para todos, sin embargo, nos hemos encontrado con dificultades que imposibilitan el funcionamiento del rubro agrícola, como es la escasa aprobación de créditos para agricultores.
Dentro de las principales problemáticas está el hecho de que los agricultores que pueden acceder al Crédito COVID-19, obtienen solo entre un 25 y 30% de los requerido normalmente para sortear la crisis. La otra complicación es porque la gran mayoría de los agricultores no califica para acceso a capital de trabajo por línea de financiamiento COVID-19, sólo por tener créditos previos, donde este criterio es muy difícil de cumplir en el rubro agrícola, dado que el acceso a financiamiento es una herramienta vital para la productividad y el nivel de inversiones que se requieren a largo plazo.
Como propuesta, esperamos que se considere una herramienta financiera pública para apalancar la estructuración de créditos para el sector agrícola a largo plazo. Esperamos que la banca entienda la dinámica productiva del sector y apoye de mejor forma al área comercial en el diseño de productos o estructuras de crédito acordes al ciclo de negocio, junto con replantear la evaluación de riesgo de crédito en el sector, con un área especializada que mitigue en parte falencias de información.
Hay una urgencia de proteger la agricultura, una urgencia por su gente, una urgencia por los alimentos, seguimos trabajando por llevar el campo a la mesa durante estos tiempos difíciles.
Daniela Norambuena
Gerente Sociedad Agrícola del Norte