La natural solidaridad en la agricultura
Estamos viviendo tiempos complejos en el ámbito social producto de la pandemia que se ha sumado a los estragos de la sequía en la agricultura, pero a pesar de ello el ánimo se mantiene alto y la esperanza de volver a reencontrarnos se nos hace más cercana.
Como gremio hemos desplegado todos los esfuerzos para estrechar una mano a quienes lo están pasando mal, porque entendemos que son en estos tiempos donde se requiere de unidad, solidaridad y una palabra de aliento a las familias que viven de la agricultura y crianza de animales.
Durante esta última semana nuevamente entregamos un apoyo a los crianceros de La Higuera, liderados por Inés González, quienes recibieron diversos víveres aportados como Sociedad Agrícola del Norte, que ha puesto en marcha un plan de ayuda focalizado y también centrado en quienes más lo necesitan como los adultos mayores, personas en situación de discapacidad, emprendedores y pequeños agricultores que no han logrado salir adelante en cosechas o producción normal.
También llegamos hasta Ovalle para entregar ayuda a organizaciones como el Sindicato de Agricultores del valle de El Palqui y el Sindicato Los Morales de Monte Patria que están compuestos por dueñas de casa, temporeros y hasta crianceros que no lo han pasado bien.
Al conversar con sus dirigentes han señalado que toda colaboración siempre es bienvenida; no existe ayuda chica o grande, porque en el campo siempre cualquier detalle ayuda, apoya y se agradece.
Esta fue una segunda a remesa, que consideró aportes de granos como porotos, buena fuente de proteína y muy utilizados en el campo y que no siempre vienen en las cajas de ayudas. También hubo harina para el pan o las churrascas, junto al aceite y hasta puré de papas deshidratado que fue donado por una empresa que lo produce en nuestra región.
Las últimas lluvias trajeron esperanza y ya se están reactivando los campos, por ello seguiremos en esta senda de apoyo y trabajo en equipo, aunando voluntades porque sabemos que el campo y ruralidad es diferente a la ciudad, incluso en los accesos, por ello es vital ir en ayuda de los grupos más lejanos o con problemas como la falta de agua para sus predios o incluso para el consumo humano.
La agricultura no para, menos la ayuda y apoyo a nuestros pares, por ello, también esperamos la compresión de otras instituciones como los bancos, para que no existan trabas en los créditos que se requieren para continuar con la labor de llevar el campo a la mesa y los mercados internacionales. La solidaridad siempre comienza por casa y siempre debemos ponerla en acción, no sólo en tiempos de crisis.
Daniela Norambuena
Gerente Sociedad Agrícola del Norte
